
¿QUÉ PASA, MUCHACHA?
I
¡Qué triste sonrisa
dibujan tus labios!
¿Qué pasa muchacha?
¡Qué pálida estás!
De aquella alegría
hoy quedan resabios
y sola en silencio
tus horas pasás.
Las “Rimas” de Becquer
son tus compañeras,
tu espíritu sueña
al son de Rubén;
extrañas la dulce
figura viajera
del príncipe amado
que un día se fue.
II
No llores, muchacha,
mitiga el quebranto,
que aquél que amas tanto
ya no volverá.
Un ave de paso
fue sólo en tu vida,
no caigas rendida
al amor fugaz.
Renueva las flores
que hay sobre tu piano
y deja tus manos
como antes correr,
que el mudo teclado,
muchacha, te llama,
y olvida del que amas
su ingrato querer.
III
Yo sé que es muy grande
la angustia de tu alma,
que es mucha tu pena,
muchacha, lo sé.
Que no hay en tu vida
un instante de calma
y en sueños febriles
su imagen mecés.
El jardín te llama,
las flores te extrañan,
se están marchitando,
te quieren, sabés,
Qué pasa muchacha,
tus ojos se empañan,
ya sé, te comprendo,
olvidar no podés.
Juan Arrestía. (Poeta nochero, de Quilmes)